El relato del Gancho va tomando forma y para ello se realizaron los primeros talleres para que las palabras, dibujos e ideas que salieran en los diferentes grupos dieran forma al relato de la Carrera de este año.
Nos lo cuenta Miguel Ángel que va a unir todas las aportaciones y lo terminará de construir.
Primer día. Los adultos.
Pienso en ellos, en los adultos, como en quienes tienen en su mano la capacidad de organizar, la posibilidad de pensar el modo correcto de hacer. Les llevo Utopía, de Tomás Moro. Les muestro la portada del libro: esa isla ideal y perfecta. Ellos y ellas vienen de trabajar con sus manos. Visten ropas de color rojo. Eso les da un toque de distinción: la distinción del trabajo. Son numerosos, más de los que había imaginado. Algunos proceden de culturas que han viajado mucho, que han descubierto mundos que otros no habían visto antes. Nos lo dice uno de ellos. Así que el viaje, la idea del viaje, puede ser un motivo central. Lo es, de hecho. Y además del viaje, la llegada, la recepción. A mí me han recibido bien, muy bien. Están atentos a las historias de viajeros que les narro. Ellos son un viajero colectivo, pero, a la vez, son la gente que recibe a los nuevos viajeros. Es necesario que, en esta isla que va a ser el Gancho, todos se saluden, nos dicen. Felicidad y tranquilidad, nos dicen. El fluir del agua y el fuego. Los frutos de los árboles y la unión. También la música, el baile y una buena merienda. Al día siguiente me encontraré por la calle con algunos de ellos. Todos me saludan.
